El ABC de los medios
Darwin Franco Migues
Más cercanos a la exacerbación emotiva y sentimental de la tragedia que a la investigación seria y comprometida con la vida de los menores fallecidos en el incendio de la Guardería ABC en Hermosillo, Sonora; los medios electrónicos preocupados más por el balón y por la falsa Iniciativa México, hicieron poco eco de la discusión que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) realizó en torno al dictamen que presentó el ministro Arturo Zaldívar. Lo que sí hicieron fue crear su versión de la justicia.
En el dictamen el ministro responsabiliza de la tragedia al actual titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y ex director del IMSS, Juan Molinar Horcasitas, al director del Seguro Social, Daniel Karam, y al ex gobernador de Sonora, Eduardo Bours; es decir, proponía que la Suprema Corte aludiera a la responsabilidad moral de los funcionarios que -en mayor o menor grado- estuvieron implicados en la autorización irregular para que la guardería funcionara sin las condiciones necesarios en materia de protección civil.
Que la Suprema Corte atrajera el caso rápidamente movilizó a los medios de comunicación que ni “tardos ni perezosos” exprimieron nuevamente la emotividad de la tragedia, a la par que olvidaron dar seguimiento puntual a los argumentos expuestos por el magistrado y, más aún, a las respuestas jurídicas con los cuales al menos seis magistrados echaron a bajo la posibilidad de inculpar ya no se diga a los funcionarios de primer plano -ya citados- sino a los que directamente sabían de las carencias de la guardería y, aún así, permitieron que ésta siguiera funcionando.
El principal argumento para rechazar el dictamen es que éste aludió a una figura jurídica que técnicamente está fuera de las competencias de la Corte: la moral; pues la SCJN no debe convertirse en un “tribunal de consciencia” cuando su función es apegarse a derecho; por lo tanto, no debe ”comprometerse” a castigar a funcionarios sin argumentos jurídicos. Caso cerrado.
Pero no se preocupe, estimado lector, porque si la SCJN no se atrevió a señalar a los culpables, las pantallas televisivas como “máximo órgano imparcial de justicia” lo están haciendo desde dos vías: 1) señalando las incompetencias de la Suprema Corte y su la falta de responsabilidad social (cabe señalar que ésta les negó a las televisoras la posibilidad de eludir las multas que les impuso el IFE por violar la Ley Electoral) y 2) olvidando o dejando de lado a los funcionarios implicados en el dictamen, principalmente a Juan Molinar, pues éste les acaba de dar una fuerte rebanada del pastel digital a las televisoras y sus compañías telefónicas.
Relegando su función social y aprovechando la crudeza de la tragedia, las televisoras -vía la emotividad- están construyendo en la opinión pública una versión en donde la SCJN queda como una institución incapaz de velar por la justicia, cuando antes de ésta existieron otras instancias que a raíz de la tragedia sólo han hecho caso mutis, dígase la Presidencia de la República.
Admito que apegada a su papel histórico la SCJN una vez más conforme a derecho dio cuenta de que fuera de sus abultados sueldos no le importa mucho la justicia social que dice representar. Al archivar el Caso de la Guardería ABC, la SCJN dejó libre el camino para que otras instancias se edifiquen como paladines de la justicia; justicia que no es seria ni comprometida sino emotiva y espectacular... pues la tragedia y su falta de justicia, lamentable e irónicamente, también se miden con el punto rating.
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Iniciativa (privada) México
DARWIN FRANCO MIGUES
No sé qué me espanta más ver al duopolio televisivo y la oligarquía radiofónica juntos en una “Iniciativa” para salvar al país o la manera en que la política mexicana se va minimizando ante estos poderes sin oponer mayor resistencia.
El 7 de junio, a nivel nacional, todas las señales televisivas y radiofónicas fueron interrumpidas para la presentación de la llamada Iniciativa México, campaña netamente política que, emanada de Televisa y Tv Azteca, oficialmente tiene la intención de emprender proyectos “ciudadanos” para mejorar las condiciones del país, pues hartos de esperar a que la política cambie las cosas: los medios han decidido unirse para mostrar quiénes son los que mandan.
La fuerte campaña de spots, donde se mostraban diversos ejemplos de cómo los mexicanos formamos parte de la corrupción y la apatía social, se coronó el pasado 30 de mayo, cuando el director técnico de la selección nacional de futbol, Javier Aguirre (ése que nos dijera “jodidos”) llamó al pueblo de México cual Presidente, aunque con mayor aceptación- a dejar de ser el país del ´Sí se puede` para ser el del ´Ya se pudo`; este spot que ahora vemos hasta el cansancio por la coyuntura mundialista fue la primera acción mediática de la Iniciativa México, con la que demostró que es capaz de interrumpir todas las señales para emitir los mensajes que más le convengan.
Y lo que les conviene, claro, es demostrar que ante la falta de representatividad de la política y sus políticos el único espacio confiable y viable son los medios de comunicación, pues ahí sí existe una preocupación por los ciudadanos (cosa que no se demuestra en sus contenidos).
Sentimiento que fue plasmado por Emilio Azcárraga Jean, presidente de Televisa, y Ricardo Salinas Pliego, presidente de Tv Azteca, en una entrevista pavorosa que realizaron tanto Javier Alatorre como Joaquín López Dóriga, este pseudo diálogo fue trasmitido en todos los espacios informativos de las televisoras con la firme intención de demostrar la “unidad” que tienen los consorcios para cambiar la realidad del país; claro, enfatizando que Iniciativa México en ningún momento es un asunto político sino ciudadano.
¿Ciudadano? ¿En qué momento los medios decidieron que son espacios ciudadanos cuando siempre han demostrado que sus acciones responden más a los intereses políticos y mercantiles? ¿Qué interés hay detrás de vender la idea de que el país ha perdido el rumbo? ¿Será que lo único que nos puede salvar son los medios?
El mensaje es claro, la única opción viable es Iniciativa México porque en este país vale más una vieja pantalla privada por conocida que políticos nuevos -e igualmente viejos- por conocer. Es una burla.
Les dejo el link de la entrevista a la que hago mención:
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