viernes, 26 de junio de 2009

NO QUÉ NO…



A pesar de que parecía imposible, demostramos que el buen Sebastian (al fondo a la derecha) no es de piedra ni nada parecido ni padece de insomnio y alguna vez tenía que dormirse en esos largos trayectos a la Sierra. Aunque fuera nada más para descansar los ojos.

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