miércoles, 4 de noviembre de 2009

In memoriam (De la columna Bajo Reserva de El Universal)

En 10 días se cumple un año de la muerte de Armando Rodríguez, “El Choco”. Lo asesinaron a las puertas de su casa. Le dispararon en la espalda, porque vio a sus ejecutores aproximarse y cubrió con su cuerpo el de su hija. Su muerte, por supuesto, sigue impune. Como casi todos los asesinatos y desapariciones de periodistas en este sexenio. Como absolutamente todos los asesinatos de comunicadores de un año a la fecha: Impune, la muerte de Jean Paul Ibarra Ramírez. Impune, la de Luis Daniel Méndez Hernández. Impune, la de Carlos Ortega Samper. Impune, la de Eliseo Barrón Laguna. Impune, la de Martín Javier Miranda. Impune, la de Ernesto Montañés Valdivia. Impune, la de Daniel Martínez Gil. Impune, la de Omar Gándara San Martín. Impune, la de Norberto Miranda Madrid. Impune, la de Gerardo Esparza Mata. Impune, la de Fabián Ramírez López. Impune la muerte de Vladimir Antuna, asesinado apenas hace unas horas en Durango. Desde el año 2000 y hasta la fecha, van 58 periodistas muertos en todo el país; la mayoría de estos asesinatos siguen impunes. En tiempo récord, el crimen organizado ha enlutado en Durango a El Tiempo, a La Opinión Milenio y hasta a Comunicación Social de la Dirección Municipal de Seguridad Pública de la capital del estado. ¿Qué no pueden, señor gobernador, señores procuradores?

No hay comentarios:

Publicar un comentario