¡Qué pase el huracán!
Darwin Franco Migues
Cuando uno -quizá- más espera que los medios cumplan su función de informar, resulta que éstos canjean su responsabilidad social por el show business, al menos eso fue lo que prefirió hacer Tv Azteca en su cobertura de la catástrofe natural generada por el huracán Alex en los estados de Tamaulipas, Coahuila y Nuevo León.
Acostumbrados ya al despliegue mediático que se genera en torno a los desastres naturales, uno, como telespectador -dentro y fuera de los estados mencionados- espera tener noticias puntuales sobre la situación de las personas afectadas y, por tanto, lo mínimo que se le pide a los medios es una cobertura periodística seria que informe, minuto a minuto, sobre lo que ha pasado.
En su lugar, Tv Azteca, decidió no informar sino explotar el drama de los damnificados con su más reciente y trágica adquisición: Laura Bozzo; la “Señorita Laura”, como la llaman sus pseudo invitados, es una conductora polémica que fue acusada en su natal Perú de crear falsas historias y venderlas como realidad, y ni se diga de sus múltiples juicios políticos que la vinculaban con actos de corrupción del gobierno de Alberto Fujimori.
A pesar de su lamentable reputación, la “Señorita Laura” es desde hace un par de meses la cara filantrópica de Tv Azteca, pues desde su programa “Laura de todos” (me desmarco de tal posesión) ésta encabeza los Movimientos Aztecas -acciones hechas por la fundación de la televisora para recabar fondos en pro de causas sociales-, además de las campañas en pro de la justicia que Azteca pretende "denunciar y solucionar"; cabe mencionar que en su programa esta conductora ha encontrado personas desaparecidas, secuestradas e, incluso, ha dado pistas para esclarecer los crímenes de mujeres en Ciudad Juárez. Farsas mediáticas.
Siguiendo estos mismos pasos, Tv Azteca decidió que antes de mandar a su "fuerza informativa" les daría a los damnificados un toque de dramatismo (¡para qué más!) al mandarles a la mismísima Laura Bozzo, ella fue primera enviada de la empresa de Ricardo Salinas Pliego a la ciudad de Monterrey -devastada por Alex-, fue ésta la que se echó a cuestas la responsabilidad de informar al país sobre la situación de la población y sobre la manera en que el resto del país podríamos ayudar.
Lo que pretendía ser una cobertura periodística terminó siendo una burla a la humanidad de los damnificados, pues la “Señorita Laura” aprovechó todo para hacerlos reventar en llanto, al recordarles lo infelices que eran: ahora que lo “perdieron todo”; sólo le faltó mencionar: “¡Qué pase el huracán!” (léase en su tono hiriente) para hacer que éste se arrepintiera del daño causado al norte del país.
¿Quién quiere a los periodistas, quién quiere a las autoridades? Si ya en Monterrey estuvo “Laura de México” dando despensas y esperanzas a la población. ¡Es una burla!
A nuestra ya pobre televisión nacional sólo le hacía falta convertir la catástrofe en un negocio dramático donde importa más el espectáculo que la función social de informar; es lamentable que Tv Azteca -la que se dice diferente- tenga que exportar a una pseudo condutora que no tiene ni la más mínima ética ni respeto por los otros.
Es una vergüenza que cada día este tipo de personas lastime la integridad de los mexicanos: es una pena que este tipo de programas vaya hasta el lugar de los hechos a “hundir el dedo en la yaga”: ¿qué hemos hecho los televidentes para merecer esto?
¡Qué pasen los culpables!
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