domingo, 30 de enero de 2011

Breve manual para políticos: cómo lidiar con periodistas (II)

5- No hacer diferencia:
El político tiene más afinidad con uno u otro medio o periodista, pero todos deben ser igual de importantes a la hora de hacer su trabajo, que, entre muchas otras cuestiones, es informar.

El siguiente ejemplo es muy reciente. En una oportunidad, un alto funcionario eligió dar su opinión sobre un tema candente a través de una carta del lector que envió a cierto diario. La explicación, al menos para nosotros, fue: “Es que ustedes nunca me publican nada”. El error aquí es creer que todo lo que el político hace, es importante. Sí, lo es, pero para el involucrado.

El periodista analiza, evalúa, sopesa, edita, le da un enfoque y publica luego de un trabajo de valoración. El político, como no sabe hacer eso, justamente porque para él todo lo que hace y piensa es importante, debe dar la información a todos los medios, y saber que se la evaluará no con sus criterios. Mandar una carta del lector es jugar sucio, porque todos los demás estamos en desventaja. El ejemplo contrario es el comunicado de prensa; para todos igual y que cada uno le dé el espacio que considere adecuado.

6- Fijar agenda, y saber cómo:
Es una de las cuestiones que más desvela a los políticos. Se trata, nada menos, de hacer que el público hable de lo que ellos quieren. Hay iluminados que manejan esta habilidad. Ya hablamos de los “tira títulos”, pero también están los otros, los que plantean temas centrales, polémicos, de fondo, de esos que van a despertar controversia profunda, y la controversia garantiza títulos, centímetros, minutos.

Claro que hay diferencias. Empecemos por el ejemplo donde se intenta instalar un tema de la forma equivocada. El gobernador mendocino Celso Jaque tiró la idea de castrar químicamente en Mendoza.

El ejemplo de alguien que sabe crear agenda es el Gobierno nacional, en sus dos etapas K. Renovación de la Corte, Derechos Humanos, deuda pública, posicionamiento internacional, modelo neoliberal versus mercado interno, retenciones móviles, renta extraordinaria, Aerolíneas Argentinas, AFJP, Ley de Medios, Matrimonio Igualitario, asignación universal, quizás, y ojala, más adelante, cambio de la ley de entidades financieras.

Podemos criticarle cosas a estos dos gobiernos, pero no la capacidad para fijar agenda.

Durante los '90 nos pasamos discutiendo sobre los hijos ilegítimos de Menem y del desnudo en Las Leñas de María Julia, pero las leyes que iban dándole forma al saqueo final eran aprobadas de madrugada y con diputruchos en las bancas.

Insisto, más allá de las muchas críticas que podemos hacerle a este periodo, hemos discutido cuestiones de fondo. El ejemplo más claro fue el debate por la ley de medios.

7- El que se calienta, pierde:
Hay políticos a los que les gusta pelearse con periodistas. No tiene sentido. Primero porque, más allá de casos puntuales, somos los transmisores, no los destinatarios del mensaje. La inutilidad de “matar al mensajero” no es comprendida por los políticos en general, y atribuyen todos sus males a los medios. Es justamente la lógica K. Y hablo de periodismo, no de intereses de grandes grupos económicos, mediáticos o no. También hago una diferencia cuando el político o funcionario desenmascara a los “voceros” de los medios, categoría que no tiene nada que ver con el periodista.

Los políticos deben entender en qué lugar están, qué responsabilidad tienen y comprender que vamos a estar sobre ellos. Si no entiende esto, y se enojan por cada cuestión que se publica y los atañe, la va a pasar mucho peor que si comprendiera las reglas del juego.

Párrafo aparte para los periodistas mala leche, qué básicamente se mueven por motivaciones que nada tienen que ver con nuestro trabajo. En esta categoría entran desde los mercenarios hasta los coimeros, que lo hay, y en buen número.


Fuente: http://www.mdzol.com/mdz/nota/267402-politica-en-ojotas-el-manual-para-lidiar-con-periodistas-obligatorio-para-candidatos/

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