viernes, 7 de agosto de 2009

¿Y La Pepesera apá?


Y aún se preguntan por qué perdieron. Este jueves, amas de casa, estudiantes, padres de familia, trabajadores y personas de la tercera edad pagarán un peso con cincuenta centavos más al momento de hacer uso del transporte público. Uno cincuenta en tiempos de crisis.

Para quien no recuerde, a principios de año el mandatario Francisco Garrido, anunció en voz del encargado y siempre preparado para los temas incómodos Secretario de Gobierno Alfredo Botello Montes, que la tarifa de los camiones se congelaría (el dato importante) durante el primer sexenio del año, del año electoral.

Esto significaría que hasta el 5 de Julio la tarifa se mantendría en 5 pesos, como se ha mantenido durante los últimos 7 años, en ese entonces una voz inocente dejó ver entre líneas la verdad de las decisiones gubernamentales y “se le salió” al Diputado Presidente de la Comisión de Transporte del Congreso, Guadalupe García que incrementar el precio del pasaje traería consecuencias electorales que con el tiempo de cualquier forma llegaron.

Fue a finales de 2008 que ante nuestros ojos, un sinverguenza chofer de vetu a saber qué ruta, por ganarle el tiempo a una luz amarilla en el semáforo de Ezequiel Montes y Zaragoza, impactó a una señora y a su hija de 12 años. La escena no será escrita aquí por no recordar las imágenes que muchos espacios amarillistas publicarían, solo quedará testimonio de los que al ver el accidente, pararon al camión a punta de mentadas de madre, que para variar ya se daba a la fuga y entregaron el chofer a las autoridades. No pasó ni una semana en prisión cuando fue liberado y volvió a conducir su camión, la señora murió 15 días después.

Adivinar la promesa, es fácil pues es la misma… -que ahora si van a mejorar el transporte público, que los choferes serán amables y que serán capacitados, además de que renovarán parte del parque vehicular- ajá.

Por supuesto, el único argumento a favor es de quién diga que lo positivo es que la tarifa del transporte –según los famosos estudios que nunca son revelados a la luz pública- requería de un incremento por que desde hace ya 7 años que se congelaba en 5 pesos.

Y entonces, ¿por qué en el 2002, mientras en la mayor parte de la república el transporte público cobraba como máximo 3 pesos, en Querétaro se aprobó una tarifa de 5 pesos? No le busque; los concesionarios de los camiones habían estado ganando más de la cuenta desde entonces y ahora que ganan lo justo por la mentada crisis, ya no les gustó.

¿Y la pepesera apá? ¿Nos rescatará? El análisis político-vengativo vendrá en otra oportunidad. Por lo mientras, que el subsecretario de Gobierno, Felipe Urbiola continúe diciendo que se responsabilizarán del incremento “totalmente palacio” (diría el refri), pero mejor aún como dijo alguna voz hoy por la mañana, que los funcionarios de primer nivel que se quieren hacer los responsables, se pongan en las paradas dispuestos a prestar con moneda en mano, un peso con cincuenta centavos a los usuarios de las 3,500 unidades que operan en la transitada capital.

Y no le conteste a la prensa señor funcionario, respóndale a ellos, los usuarios.

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