Publicado en Tribuna de Querétaro 511
Víctor López Jaramillo
Publicado en Tribuna de Querétaro 511
“No es suave el periodismo, porque no es tersa la política”.
Julio Scherer
I
A la prensa se le ha denominado el cuarto poder y a los reporteros, los perros guardianes de la democracia; frases que son parte del rosario de lugares comunes sobre la actividad periodística. Frases rimbombantes que sirven para comenzar panegíricos sobre el papel de los medios impresos, pero que poco ayudan a explicar a fondo el papel que desempeña la prensa en el juego político. Y que nuevamente han ayudado a empezar un escrito al respecto.
Con el otoño, llegan nuevos gobiernos, tanto estatales como municipales y con ellos, nuevos políticos y funcionarios cargados de buenas intenciones, con el pecho henchido de amor por el terruño y las ganas de dejar grabado su nombre en letras de oro para la posteridad de la historia chica.
Y aquí es donde entran en contacto los políticos y los periodistas: Prensa y poder, la simbiosis perfecta que el periodista Julio Scherer García, la define así:
“Los políticos y los periodistas se buscan unos a otros, se rechazan, vuelven a encontrarse para tornar a discrepar. Son especies que se repelen y se necesitan para vivir… Los políticos trabajan para lo factible entre pugnas subterráneas, los periodistas trabajan para lo deseable hundidos en la realidad. Entre ellos el matrimonio es imposible, pero inevitable el amasiato.”
¿Simbiosis? ¿Amasiato? ¿Qué tanto se necesitan?
II
Hay un pequeño cuento de Julio Cortázar en donde habla de la metamorfosis que sufren los periódicos. De un montón de hojas impresas que sirven para empaquetar acelgas a un medio de comunicación.
Dejando de lado la ironía, surge una pregunta: ¿Qué es el periodismo? El periodista queretano Carlos Septién García escribió que el “periodismo es el parlamento diario de los pueblos”.
Buena frase para ser grabada en letras de oro, pero ¿qué implica ser el parlamento diario de los pueblos? Una respuesta rápida indicaría que ser el foro de los ciudadanos, el lugar ideal donde se expresen las ideas, eso en una interpretación libre.
Siendo rigurosos, el periodismo tiene como función la comunicación social, el periodismo es una interpretación de la realidad que el profesional entrega digerida a sus lectores.
En su introducción al libro “La prensa de los jardines”, Raymundo Riva Palacio retoma al economista y sociólogo alemán Max Weber para afirmar que el periodista es el representante más importante de las especies, “pero como sucede con el demagogo, el artista y el militante, su suerte es que carece de cualquier clasificación social firme. Pertenece a ese tipo de casta de paria que, ante los ojos de la sociedad, es siempre visto como uno de los sectores con la calidad moral más baja”.
A pesar de haber pasado casi un siglo de de haber sido emitida esa sentencia, poco ha cambiado la percepción sobre el periodista y su labor. La percepción sobre el trabajo periodístico sigue siendo mala.
En todo caso, si el periodista es el representante más importante de las especies, la humanidad es una especie en busca de significado. Pierre Sorlin sostiene que los seres humanos tratan de darle sentido a su experiencia cotidiana para entender los momentos que tienen que enfrentar y como les gustaría anticipar lo que puede resultar de ese tipo de situaciones. Por eso es tan importante la información, porque ayuda a la gente a ver circunstancias desde diferentes perspectivas. Lo que quiere decir que, mientras más sabemos, mayor es nuestra capacidad para ofrecer explicaciones a problemas y dilemas complejos. La información en ese sentido, ha sido una especie de fábrica de hechos que ayuda a cada individuo a interpretar sus vidas y sus acciones. (Riva Palacio: 2004, 9)
Riva Palacio se pregunta: ¿la prensa tiene la capacidad de arrojar consecuencias políticas y sociales según la selección diaria de la información? Y responde: Sí, el camino de los medios de comunicación masiva no está en decirnos qué pensar sino en qué pensar.
III
Pero, ¿de qué les sirve a los políticos un montón de hojas sueltas?
Así como la bruja del cuento que usaba un espejito para reafirmarse como la más bella, tradicionalmente, los gobernantes en México han usado a la prensa para verse inmortalizados en el presente.
Lippmann ha afirmado que la noticia no es un espejo de las condiciones sociales, sino el informe de un aspecto que se les ha impuesto. La noticia no dice como está germinando la semilla en el suelo, pero puede decir cuando el primer brote atraviese la superficie. (Lippmann en Graber: 1986, 94)
Entonces, si bien la prensa no puede informar todo lo que sucede al interior de la vida política, si puede informarnos acontecimientos tangibles y comprobables.
La pregunta es ¿Los periódicos deben ser comparsa de lo que sucede en la espera política? Siguiendo la metáfora del espejo, ¿deben seguir siendo un espejo o desengañar al gobernante?
Lippmann sostiene que la prensa debe de luchar por la extensión de la verdad comunicable, y que los periodistas demuestren el carácter incierto de la verdad sobre la que se fundan sus opiniones.
El gran reto es que los medios dejen de ser ese espejito y que el poder se aleje de la tentación de convertir a los medios en su hoguera de vanidades.
Libros:
Graber A., Doris, compiladora. (1986) El poder de los medios en la política. Argentina, Grupo Editor Latinoamericano.
Riva Palacio, Raymundo. (2004) La prensa de los Jardines. México, Ramdom House Mondadori.
Scherer, Julio. (1986) Los Presidentes. México, Grijalbo
No hay comentarios:
Publicar un comentario