¡Mundial total sólo con Ebrard!
Darwin Franco
No crea que es una astucia electoral o un acto populista, ¡para nada! Pero el Gobierno del Distrito Federal (GDF) y su mandamás Marcelo Ebrard han conseguido lo que Televisa y Tv Azteca añoraban: la transmisión total del mundial de futbol a celebrarse en Sudáfrica entre el 11 de junio y el 11 de julio del próximo año. El Distrito Federal fue designado por la FIFA como una de las siete sedes para la realización del “Fan Fest”, festival del aficionado, que el máximo organismo del futbol realiza para promover el deporte y, por qué no decirlo, la venta de productos de las marcas que patrocinan el mundial.
El “Fan Fest” contempla la transmisión pública de los 64 partidos del mundial, incluyendo los de la Selección Nacional: tres con aspiraciones guajiras, de cuatro o cinco, además de la instalación de diversas pantallas gigantes que serán colocadas en distintas plazas de la capital para que todos los habitantes de la Ciudad de México puedan disfrutar de “todo el mundial” sin tener que recurrir a Sky (Televisa), única empresa nacional que cuenta con el aval de la FIFA para comercializar todos los partidos de la justa mundial.
Con los arreglos económico/políticos del gallo presidencial perredista, Marcelo Ebrard, no sólo se afecta todo el mercado potencial que Sky dejará de percibir en sus ventas de paquetes exclusivos -el precio por paquete se prevé que sea de alrededor de 4 mil pesos (paquete básico)-, sino también a los miles de restaurantes y bares que pensaban obtener millones de pesos vía el consumo de comida y bebidas alcohólicas que acompañan.
Otros perjudicados también son Televisa y Tv Azteca, pues ambas sólo tienen autorizada la transmisión de 32 partidos; es decir, el 50 por ciento del total de partidos que habrá en Sudáfrica; así que Ebrard no sólo da un golpe mediático sino también populista, pues aprovecha que el futbol es el deporte nacional por excelencia, no por resultados sino por gusto, y por tanto, un catalizador de las emociones sociales que él puede utilizar para sus planes presidenciales del año 2012.
¡Ebrard metió un golazo!, al conseguir que el Distrito Federal sea sede del llamado “Fan Fest”, pues coloca a la capital del país a la altura de sedes como: Berlín, Londres, París, Río de Janeiro, Roma y Sydney, lo que sin duda él podrá traducir como un logro político ya que, de acuerdo con el secretario de Turismo capitalino, Alejandro Rojas Díaz Durán, esto traerá una fuerte derrama económica para el sector turístico (hoteles, principalmente).
Los partidos serán transmitidos en horarios poco habituales a la recepción del futbol en México: 6:30, 9:00 y 13 horas; sin embargo, los organizadores prevén repetir a las tres de la tarde el mejor juego del día, así como los partidos de la Selección Nacional.
No dude que en los partidos más importantes aparezca Marcelo Ebrard saludando a la afición, quien en agradecimiento le brindará un aplauso -quizá alguna porra- cuando el sonido local indique que gracias al gobierno del DF fue posible dicha transmisión. Pase lo que pase con la Selección Mexicana, Ebrard, populista o no, se colocó en la delantera electoral para darle al pueblo “pan y futbol”.
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Revés a las concesiones
Darwin Franco Migues
En un verdadero acto de “división de poderes”, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó viable el recurso de anticonstitucionalidad interpuesto por la Cámara de Diputados a las atribuciones que el Presidente, Felipe Calderón, le había otorgado al titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Juan Molinar Horcasitas.
Entre las atribuciones directas se encontraba la capacidad para que éste otorgara concesiones y permisos en materia de radiodifusión; desde el pasado 8 de enero el Ejecutivo federal había emitido un decreto que modificaba el Artículo 5 del Reglamento Interior de la SCT, dando luz verde para que esta Secretaría determinará quién era el “mejor postor” -perdón, el mejor proyecto- para otorgarle una concesión de radio.
La “excesiva atribución”, como calificó la SCJN, viene a dar un revés importante a la forma en la cual Calderón proponía “pagar” los favores que la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y Televisión (CIRT) generosamente le otorgó al ahora Presidente en su campaña de 2006.
Calderón pretendía que, por medio de la SCT, se otorgaran las concesiones y renovaciones a quienes impulsaron su campaña o a quienes sin pena alguna contribuyeron a la llamada “guerra sucia” al producir y poner al aire spots en contra de Andrés Manuel López Obrador; su apuesta se fundamentaba no en la libre competencia sino en la discrecionalidad de un secretario que desde su nombramiento se ha puesto al servicio de los llamados poderes fácticos.
Razón por la cual la SCJN determinó que la única entidad gubernamental autorizada para otorgar concesiones es la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), aclarando que ésta debe poner a licitación pública cada una de las concesiones. La única duda que esto me genera es que, en materia de concesiones y licitaciones, las políticas gubernamentales nunca o casi nunca han sido transparentes, pues históricamente se ha demostrado que el mejor postor es el que gana.
No obstante, es plausible que, al menos en este caso, los poderes del Estado trabajen como un verdadero contrapeso y eviten que desde el gobierno el negocio de la radiodifusión se concentre en pocas antenas, en específico, en las empresas Radio Fórmula, Radiorama, Núcleo Radiomil y Radiocentro; estas cuatro empresas, a la fecha, han recibido por parte del Ejecutivo federal la nada despreciable cantidad de 525 millones de pesos en materia de publicidad oficial, a eso habría que sumarle las negociaciones bajo la mesa.
Por eso, creo que la determinación de la SCJN, misma que de vez en cuando recuerda su deber en el gobierno, marca un alto a la política discrecional de Felipe Calderón en materia de concesiones, ahora habrá que esperar si los magistrados soportan el contraataque mediático cuando a finales de este año o a principios del otro los diputados-pantalla desempolven la extinta Ley Televisa, misma que la SCJN ya declaró anticonstitucional. Así que no se deje sorprender si en los noticieros se sigue constantemente el trabajo de la Corte, ya sea criticando sus sueldos o su labor -cosa que de igual forma deja mucho que desear-, pues la editorialización de dicha información no ésta en función del trabajo de la Corte sino de los arreglos/presiones que desde los juicios mediáticos se puedan hacer para favorecer a los intereses del duopolio televisivo.
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