jueves, 3 de septiembre de 2009

1 año, 1 mes y un dia despues. El color salvadoreño

Hace un año emprendi una aventura suicida al corazon de Centroamèrica, a pesar de las advertencias. En ningún momento corrì ningun peligro gracias a mis guías, pero queria compartir 2 postales del corazón del pais que dio vida y una mirada especial a Poveda, quien fuera asesinado esta semana.
Protesta social. Protesta Politica. Los colores previos a una contienda presidencial.
( a titulo personal, la vivencia de un viajero que por accidente es repotero pero es mas viajero)

El aroma del aire es diferente. Ahoga y abre los poros. Los cerros se erigen enormes, con una oscuridad que solo puede invocar desconfianza. Mi acento, y mis rasgos son diferentes. En particular mi complexion, aunque nunca pasa a mas. La disculpa es constante. No soy racista pero estoy marcado como huesped indeseable gracias a las pugnas migratorias.

El sol cala, y la lluvia es un diluvio de horas acompañado de rugidos celestiales. La tierra temblo ese 7 de agosto, previo a mi retorno. Hay un pueblo que homenajea a los caidos en la guerra. A 10 minutos de mi hospedaje, me explica mi anfitriona, esta el cuartel militar, donde muchos enfrentamientos transformaron a quienes no escaparon a esta vida en medio de la guerra.
A solo 5 minutos un mercado, en que corren dolares. A solo 2 cuadras de casa, unos meses atras mi anfitriona perdio en un asalto una camara, el dinero que le enviaron de España, su telefono, y muchas ilusiones. Por ahi es la caminata del dia, para buscar los ingredientes para la comida del dia. El cajero no me da confianza, como no doy confianza a mi paso, con una ropa tan distinta.

Algo queda patente. En el corazon de muchos caminantes se esconde un sentido oscuro de la vida. Desolador quiza. Aguerrido segun se sublima. Secuelas de guerra diria. Una mirada dura. Un dirigirse de manera poco personal. El usted mezclado con las imagenes y nombres de pueblo religiosos.
En general una desconfianza al otro. Los ojos que miran furtivos con el sonido lejano de las cumbias. La distancia que se percibe en las fotos.

Es noche de jueves, lluviosa como ya dije. El mirador es tan alto que la niebla borra del mapa los mas de 3 millones que estan a mis pies. Una niebla caliente. Un refugio mientras buscamos el mejor lugar para cenar. La especialidad local son una especie de gorditas de migaja, hechas con harina de arroz, rellenas de queso o frijoles, y con col en salmuera ademas de salsa roja. Antes de abandonar uno de los lugares mis anfitriones apuntan con rumbo perdido. Mas alla de la boca del lobo que se abre ante mi, a 5 minutos, nadie sale vivo, segun me explican. Pregunte por el lugar dias antes. Es un atractivo turistico por las mañanas. La boca del diablo, una caida de agua donde seres inmateriales hacen de las suyas, pero que en la noche es poseido por otros personajes de carne y hueso.
Ese es uno de los mundos en que viviò Poveda.
Alegria y desconfianza. El aliento del demonio que baja por cerros llenos de vida.
Enseñanzas dolorosas, que dejan cicatrices imborrables.

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