jueves, 3 de septiembre de 2009



Poveda, Una voz de los sin voz.
“Yo no trabajo para el arte. Trabajo historias políticas que tienen un contenido social profundo”. CP.

Por Demian Chávez.
En la mesa, un silencio después de la llamada en la que por un momento pensé era una broma de mal gusto. Llamé a la redacción de mi periódico (Diario de Querétaro) y le pedí a la Jefa de Información entrara a las agencias y confirmara la información. Un minuto después desconcertada también, me devolvió la llamada. A kilómetros de la redacción y de Poveda me confirmó que era él, el ultimado.
San Luís Potosí, México. Christian Poveda, fotógrafo documentalista y cineasta en breve estrenaría su película La Vida Loca, en los cines parisinos a finales de mes y en México a partir del mes de octubre. Su trabajo se ha distinguido por su cobertura en Sahara Occidental, La Guerrilla en el Salvador, Chile, Irak, Sierra Leona, entre otros.
En una breve entrevista, Poveda habla de su trabajo documental, da por zanjada la controversia con Isabel Muñoz sobre el asunto del plagio temático de las Maras y habla del proyecto de su novela y de lo que tendría como eje principal.
DC: ¿En que momento ha evolucionado tu trabajo desde el primer documental hasta la Maras?
CP: Mi trabajo cambia cuando empiezo involucrarme a full time en el documental. Con el documental en video ha aprendido a escribir mis historias, a investigarlas, tener claros mis puntos de vista. Cuando construyes tu historia en un documental te ayuda después en tu trabajo fotográfico. Te ayuda a ordenar tu trabajo fotográfico y tener claro lo que quieres fotografiar.
Cuando era fotógrafo de prensa, mi trabajo era conseguir las 10 o 12 fotos para satisfacer las revistas, ser super rápido, tratar de lograr mejor trabajo que la competencia. A partir del momento en que entré en el trabajo documental yo ya no estaba en competencia con nadie, estaba solamente trabajando para mi, para desarrollar mi propio trabajo, y es lo que estoy haciendo ahora. Pienso mas en como voy a colocar ese trabajo y en como las revistas van a Interesarse en él.

DC: Estamos hablando que la fotografía documental lleva una ética especial. Y en este sentido, esta construcción o reproducción de historias o realidades ¿no es crear ficciones?.
CP: No porque es documental, el documental juega con la realidad, pero, estás escribiendo una historia, y la escribes a través de fotografías. Es simplemente eso. La diferencia con el fotoperiodismo es que el trabajo documental es un trabajo mucho mas profundo, es un trabajo a largo plazo, y es un trabajo que define un punto de vista preciso, que es el punto de vista del autor. En este caso del fotógrafo.
DC: En el caso de La vida Loca, hay 5 años en conjunto ¿quieres platicarme algo del problema este que se suscitó con Isabel Muñoz?.
CP: El problema con Isabel Muñoz es un problema que he lanzado cuando ella saco su material. Pero ya decidí no seguir con esa polémica, ya todo mundo lo sabe, yo ya escribí lo que tenía que escribir , dije lo que tenía que decir, y no quiero seguir con esa polémica. Pero todo está en Internet y es fácil de encontrar.
DC: ¿Es un asunto zanjado?
CP: No, es decir, en principio me dolió. Es (Isabel Muñoz) una fotógrafa conocida, a la que respeto su trabajo, me gusta su trabajo, estamos con la misma agencia (VÚ), teníamos el mismo agente, es decir, me dolió, pero he hecho mi trabajo y ella hizo una tentativa y finalmente cuando se habla de Maras y todo eso, las fotografías que estuvieron en Perpignan el año pasado fue mi trabajo. Hoy La Vida Loca es una película que va a quedar como una especie de referencia sobre las Maras y creo mi trabajo fotográfico también. Entonces me vale lo de Isabel Muñoz.


DC: Volviendo al tema de las maras. Concluyes este trabajo de convivir, literalmente con las maras y viene la ficción. En esa ficción, que es tu libro (novela) ¿que vamos a encontrar? Adelántanos un poco de ello.

CP: Mira, últimamente ha salido una película, que no es la primera de este tipo, pero que me ha marcado, se llama “Gomorra”. Que cuenta la historia de la mafia napolitana. Y esa película sale de un libro que fue una larga investigación de un periodista (Roberto Saviano), que hoy está condenado a muerte por la propia mafia y que vive con 10 guardaespaldas. Su libro se ha vendido en el mundo entero (mas de 1,5 millones de ejemplares, además de traducido a 30 idiomas). Él (Saviano) tuvo una inmersión durante mucho tiempo dentro de la mafia y con todas estas historias construyó su libro. Lo que me gustó de la película es una ficción. Pero es un documental (también), porque todo lo que ves ahí, aunque sean actores es pura realidad. Cuando ví Gomorra, dije, tengo ganas de hacer lo mismo. Y hacerlo con una historia que conozco bien donde estoy totalmente adentro, donde tengo todas estas historias que me cuentan que he escuchado, que he vivido y que no están en mi documental. Tengo ganas de recaer todo esto y hacer una ficción documental. A mi Gomorra me marcó.


DC: Finalmente. Tu objeto de retrato, se dignifica cuando lo conviertes en sujeto de retrato. Sujetos que sienten…
CP: Hablaste del trabajo de Isabel Muñoz, y creo que la diferencia entre el trabajo de Isabel y el mío es que el de ella es artístico y el mío es social. Yo no trabajo para el arte. Trabajo historia políticas que tienen un contenido social profundo. Generalmente busco temas universales. Para mi, el tema de la marginación es un tema universal que la gente internacionalmente va a entender. Los resultados de la marginación son los mismos, en la violencia. En El Salvador (por ejemplo) las maras es lo peor que puede existir. Pero al mismo tiempo es interesante por eso. Y es interesante la manera en como se trata la represión. Cuando yo tenía quince años yo tenia un padre bien jodido, yo fui el hijo mayor y fui yo el que tuvo que abrir todas las puertas de la casa, mi hermana no tuvo ningún problema. Yo pelee con mi padre por todo. ¿Y que pasó?, a los dieciocho lo mandé a la mierda y me fui de casa.
Poveda concluyó el taller "Fotografía documental y ética" en el marco del Encuentro Fotográfico México 2009 en la casa de la calle Comonfort 420 en un pequeño cuartito, después de que salieron del Centro de las Artes, donde la sesión de análisis y edición de los trabajos de sus alumnos se prolongó hasta la media noche. Un poco cansado, pero de buen talante concede la entrevista sentado en una silla plegable de metal.
Durante el análisis de los trabajos evidentemente hace los muy agudos y pertinentes comentarios sobre aspectos de la fotografía documental. Comentarios como el uso del angular donde menciona que “Cuando ya han dejado el gran angular, y han ganado, han pasado a otro nivel fotográfico”. Evidentemente no solo abordó el tema técnico, sino también el tema del abordar el tema insitu. Para llegar a profundizar en los temas y con los sujetos que participan en tu trabajo aclara:
“Si tu tienes que ser muy franco con ellos, de lo que estás haciendo, no les cuentes mentiras, diles –yo estoy aquí para mostrar estas fotos, para publicarlas, tu trabajo es convencerlo que no hay peligro para él (retratado)- pero también tiene que respetar, yo, por ejemplo, en El Salvador no publico fotos de caras, pero afuera publico todo”. Cuatro días después de esta conversación fue asesinado en una carretera a la altura del puente Las Cañas que conecta Soyapango con Tonacatepeque, en El Salvador.

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